jueves, 4 de septiembre de 2008

La delincuencia en México

La delincuencia en México siempre ha existido, sin embargo últimamente ha capturado nuestra atención ya que ahora está afectando no sólo a algunos sectores del pueblo, sino también a los grupos que antes se consideraban exentos de esta situación por tener contactos que jamás permitirían que se les tocara.

Como ya muchos sabemos, el sábado pasado se realizó una marcha contra la inseguridad en el DF en la cual se manifestó el deseo que los ciudadanos tenemos de acabar con ella en México. Esta marcha no es tan sólo consecuencia del aumento en el índice de secuestros, sino también del aumento en el estatus social de las víctimas; como ejemplo de esto tenemos el caso del hijo del empresario Martí quien a pesar de considerarse a salvo de la delincuencia se convirtió en víctima de secuestro y posteriormente de asesinato.

Es razonable preguntarse ¿qué está pasando con los criminales en México que cada vez son más atrevidos y ya no discriminan con quien se meten? ¿Será acaso que saben que su oponente no es un sistema fuerte que los pueda aplastar? o quizá sea que el país está cada vez peor y hay cada vez más personas en la miseria buscando una forma de alimentarse. Si este fuera el caso se diría que su motivación es la necesidad, sin embargo la mayoría de los delitos no son cometidos por gente que no tiene qué comer de modo que la ésta no es lo que los lleva a cometer esta clase de actos.

Cualquier acto criminal tiene como base la oportunidad, ésta se da al tener ventaja sobre la víctima ya sea sorprendiéndola o abusando de su confianza; me parece que éste es el motivo principal del aumento en la inseguridad en el país, pues al no tener un sistema judicial bien definido y confiable los policias encuentran la oportunidad de tomar parte en actos criminales ya sea directamente, cometiendo delitos ellos mismos, o indirectamente, cubriendo a sus cómplices y evitando que den con ellos.

Se dice que el problema de la inseguridad no tendrá solución definitiva hasta que se examine minuciosamente y se reestructure el sistema judicial dejando dentro solamente a los elementos que no estén involucrados de ninguna forma con el delito, pero esto no es posible ya que los elementos fuertes, quienes se encargarían de dicha tarea, son los más implicados pues si no le entran o amenazan con hacer algo para acabar con los otros, sus vidas o las de sus familias se ven en peligro. Por lo tanto la única solución factible es que se negocie con los criminales para que por lo menos disminuyan un poco su actividad, claro que el gobierno jamás aceptará abiertamente que este es el camino que se tomará lo que lo conduce a hacer falsas promesas que incluyan propuestas más aceptadas por el pueblo para terminar con este problema y así una vez más caemos en un juego de engaños.

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