domingo, 28 de septiembre de 2008

A 40 años de Tlatelolco

El suceso ocurrido en el 68 se convirtió en un movimiento social que no solo incluía a alumnos si no también a profesores, amas de casa, obreros, profesionistas, es decir a la población en general; al crecer tanto este movimiento el gobierno tuvo miedo de que se saliera de control de modo que fue reprimido mediante el uso de la fuerza pública y el ejército durante la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas. El genocidio se cometió en contra de una manifestación pacífica por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia fraguada por el gobierno en contra del Consejo Nacional de Huelga, órgano directriz del movimiento.

Podemos decir que durante el 68 el gobierno tuvo mal manejo de poder reflejado en un pésimo uso de la fuerza pública, como prueba de ello tenemos la entrada del ejército a Ciudad Universitaria y al Casco de Santo Tomás, con la cual violaron la autonomía de la Universidad sometiendo así a miles de estudiantes que simplemente manifestaban su opinión acerca del gobierno y su autoritarismo; esta visión diferente del mundo que poseían los estudiantes los movió para querer realizar un cambio que mejorara la situación en la que se encontraba el país en ese momento y darle a las generaciones posteriores una mejor expectativa del futuro.

Para el Presidente, en ese momento Gustavo Díaz Ordaz, estas manifestaciones se volvieron demasiado incomodas y difíciles de ignorar pues temía que la situación se saliera de control y se convirtiera en una "revolución" en contra del gobierno, ya que los ciudadanos estaban inconformes con la situación que se vivía en ese momento, para esto nos vamos a referir a los obreros porque ellos se aprovecharon de la revuelta para poder demostrar su inconformidad. En realidad el movimiento del 68 fue muy importante por el impacto social que tuvo, pues a partir de la matanza ocurrida en la Plaza de las Tres Culturas y las injusticias ocurridas posteriormente (como el encarcelamiento de los presos políticos y estudiantes en la cárcel del Lecumberri) la relación entre el estado y los particulares cambió.

Actualmente no se han dado movimientos con tanta fuerza como el del 68 pues hasta ahora no ha habido personas con la valentía necesaria como para oponerse de ese modo al gobierno; sin embargo si existen grupos inconformes con el manejo que tiene Felipe Calderón del poder, el cual si es comparado con el de Díaz Ordaz podemos notar que no existe el carácter necesario para administrar medidas radicales contra los problemas sociales que ponen en riesgo a la población como lo son el narcotráfico y la delincuencia organizada, a los que podríamos llamar cáncer por la forma en que crecen, se desarrollan y por la fuerza de poder que tienen, la cual es a veces mayor a la del propio gobierno.

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